Capturar la conexión única entre hermanas desde temprana edad es una experiencia mágica. En esta sesión fotográfica, dos pequeñas de 2 y 4 años nos muestran cómo el lazo fraternal se manifiesta en gestos sencillos pero llenos de amor: una mirada cómplice, una risa compartida o un abrazo espontáneo.
Inmortalizar esta etapa es un tesoro visual para el futuro.




















Sé el primero en comentar